jueves, 19 de julio de 2012

Me marcho y no pienso en la vuelta...

El fin de una era... así es como le dicen comúnmente a esos momentos que marcan el término de una etapa en la vida no?? Bueno pues hoy es un día de esos para mí, uno de esos en que uno dice "parece que el tiempo si pasó", hoy llegó el fin de una era para mí, mi último día de clases en la Universidad; he decidido trabajar en mi futuro y eso significa acabar de una vez por todas con las clases, claro que lo que viene ahora sigue siendo estudio y trabajo, pero de otra forma y en otro lugar...

Es un día que por muchas razones marca un punto de inflexión en mi vida, y sin embargo no sentí ningún tipo de emoción hasta que llegó la hora de celebrar la despedida con una cena entre amigas... habiéndola planeado desde hace unos días, decidimos ir a comer (como es nuestra costumbre) y a tomar algo para celebrar que acabaron las clases y que para mí es momento de hacer un cambio.  La cena no sobrepasó lo normal y como de costumbre estuvo muy divertida, llena de bromas, risas y una que otra bebida gratis; pero hubo algo que hizo la diferencia, dos personas importantes estuvieron ausentes y lo que significó cada una de esas ausencias representa dos puntos de lo que estoy dejando atrás...

En primer lugar, faltó una persona que es considerada como una amiga de esas especiales que no deben hacer falta en las reuniones, esta chica tiene peculiaridades que llaman la atención y que atraen a las demas personas, sin embargo, a pesar de ser muy especial y divertida, resulta que con su ausencia de hoy termina de demostrar lo que ya antes me habían advertido sobre ella: su falta de honestidad, de valor y de sinceridad, y no lo digo por el hecho de que no haya llegado, eso por sí solo no tendría sentido y me haría quedar a mí como una amiga enloquecida, sino que más bien lo digo por la forma en que se excusó para no llegar y la forma en que finalmente hizo saber la razón por la que no llegaría; inesperadamente y en los momentos justos llegan las señales que nos indican de quien es mejor despedirse definitivamente y dejarlos atrás junto con esa etapa de la vida que llega a su fin.

Vamos ahora con la segunda persona, es una amiga que lleva muchos años de ser mi amiga, pero que sin embargo no es alguien a quien se considera imprescindible para las reuniones, no posee esas cualidades de imán para las amistades pero sí tiene peculiaridades que la hacen resaltar y que muchas veces se hacen insoportables para otras personas; sin embargo, esta persona hizo una gran diferencia hoy para mí... decidió excusarse de la cena con una razón poco creíble de la cual hasta este momento no sé si es falsa o verdadera y bueno, siendo así que es la amiga más antigua me molestó saber que no asistiría a la cena (ok, si quieren en este caso pueden llamarme la amiga loca y no se preocupen que recibí mi merecido) y tanto así fue que ni siquiera me despedí de ella al salir de la universidad, lo único fue que llegó a mis manos un sobre que ella me enviaba.  Dejé el sobre en el carro y para ser sincera no percibí demasiado su ausencia durante la cena, sin embargo al tomar el camino de vuelta a mi casa, decidí parar y abrir el sobre que contenía en su interior un pequeño regalo y una carta... la carta explicaba la razón real de no asistir a la cena: evitar una despedida dolorosa y triste, evitar sentir como se parte el corazón un poquitito porque se aleja de tí una persona que valoras mucho.  Esta nota me pegó en la realidad y en el corazón como nada de lo que había ocurrido durante este día lo había hecho, no pude evitar que salieran unas cuantas lágrimas y decidí conducir sin rumbo fijo para meditar un poco lo que está sucediendo.  A veces es impensable la forma en que nos dejamos engañar por las apariencias y no nos damos cuenta que aún nosotros mismos inconscientemente sabemos que la forma en que actuamos no refleja lo que sentimos, lo peor de todo es engañarnos a nosotros mismos y pensar que la gente que más ruido hace es la que más valor tiene cuando en realidad no es así; finalmente es a las personas que sí les importa a aquellas a las que no debemos decirles adiós porque vale la pena llevarlas con nosotros a la próxima etapa de nuestras vidas, vale la pena que sigan formando parte de nosotros y nosotros de ellas...

Como me decía un amigo cercano quizás este es el momento de celebrar un triunfo con sonrisas y llorar por los amigos que dejamos atrás porque se lo merecen... debo decir que después de meditarlo un rato, pienso que pocas personas merecen que llore por dejarlas atrás, más bien me alegro por el inicio de una nueva etapa y celebro poder llevar conmigo a las personas que valen la pena, porque a esas no se les dice nunca adiós!

"Una barca en el puerto me espera, no se donde me ha de llevar no ando buscando grandezas solo esta tristeza deseo curar! Me marcho y no pienso en la vuelta, tampoco me apena lo que dejo atrás, solo sé que lo que me queda en un solo bolsillo lo puedo llevar..."
http://www.youtube.com/watch?v=pLY78iGbb-o



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